columna de opinion COLEGIO MANUEL LARRAIN

Columna de opinión

Programas juveniles, un tiempo malgastado

Es por todos bien sabido que los programas juveniles son una distracción para los jóvenes en las tardes, cuando llegan del colegio, pero cuando esto se transforma en una necesidad, es cuando comienza a preocupar.
La mayoría de los niños, cuando llega a su casa, su primera prioridad no es hacer sus quehaceres; sino encender la tele o salir a jugar. Cuando encienden la tele en los canales nacionales, se sintonizan programas tales como Rojo o Mekano. Ninguno de estos programas aporta algo beneficente para los jóvenes, porque los aleja de los estudios y sus responsabilidades. Lo que hace atractivo a éstos programas, son el hecho de que llevan una moda, una forma de pensar, actuar y ciertos encontrones entre los participantes del programa. Por ejemplo, Mekano la Akademia tiene un formato en el cual 21 participantes están encerrados en una casa, vigilados por cámaras. Aquí surgen muchas peleas y no con muy buenas palabras; así nos muestran una de las tantas irresponsabilidades que suceden, dado que se transmite en horario para menores, provocando que los niños lo vean como algo natural y lo repitan en su vida diaria. Una cosa muy importante y que se ve cada día más y que provoca entre muchas otras cosas atentados y muertes, es el odio; Y queramos o no, sus raíces son de la televisión. ¿Acaso en nuestra casa o en el colegio se nos enseña a odiar a las personas? La respuesta es un No rotundo. En Mekano, se vive el odio candente entre los participantes, y así se ve éste como algo común entre las personas. ¿Acaso es normal decirle a alguien TE ODIO? Ahora lo podemos apreciar como algo natural de todos los días, porque se divulga por la televisión. El odio es una cadena de acontecimientos: primero se puede partir por hablar mal de alguien, haciendo que esa persona se sienta triste, de la tristeza surge la depresión y la depresión llega a un grado en que el joven desea atentar contra su vida. ¿Quiere esto para su hijo?
Hemos querido hablar sobre este tema, porque al fin lo que produce que los jóvenes se refugien en la televisión y en una realidad que no es la de ellos; es la falta de comunicación, inconsecuencia e irresponsabilidad. Queremos decirles a los padres que se preocupen de conocer lo que piensan y sienten sus hijos, ya que pueden encontrar en ustedes un gran apoyo, los seres que más los aman en el mundo.-


Uno de los afectados por el odio en la Akademia. Los Jóvenes repiten las acciones de los participantes del programa.

BARBARA TAPIA